sábado, 10 de octubre de 2015

URUGUAY - FICHA I - RECURSOS NATURALES (Ferreyra + Traversa)

URUGUAY – RECURSOS NATURALES

Uso, situación y perspectivas

En Uruguay, como en la mayoría de los países de clima templado, el recurso suelo tiene un rol determinante en la economía y ha sido receptor, a su vez, de sus impactos. Al crecer la población, creció también la extensión y dispersión de sus asentamientos y la diversidad de sus actividades, afectando la totalidad de los recursos naturales. El uso del suelo se diversificó cada vez más y los conflictos entre usos alternativos se multiplicaron.
Sin dificultad se pueden imaginar las características del subsuelo del Uruguay, prolongando correctamente las formaciones geológicas del sur de Brasil. Los terrenos precámbricos que comienzan en el limítrofe río Yaguarón  predominan al sur del Río Negro que divide con rumbo diagonal al conjunto del territorio, es el área en la que dominan las colinas redondeadas y los cerros bajos pero destacados, de la penillanura cristalina o de las serranías que desde Río Branco alcanzan el puerto turístico de Piriápolis. Es en una de esas sierras que aparece el punto más alto del país -el Cerro Catedral en la Sierra de Carapé- a sólo 513 m. En los terrenos precámbricos se destaca la explotación de granitos, arenas, mármoles, feldespatos y, más recientemente, principalmente en el departamento de San José, el aprovechamiento económico de yacimientos de oro por parte de una empresa transaccional, hoy observada por los controles ambientales gubernamentales.
La Cobertura Sedimentaria Gondwánica domina el triángulo nororiental limitado por la Cuchilla de Haedo, el río Negro (al cual traspone) y la frontera, facilitando la existencia de una penillanura en la que se pueden percibir formas ligeramente planas. Los minerales arcillosos más destacados son el caolín y la montmorillonita. En esta área como en la anterior domina la explotación ganadera extensiva.
Las lavas efusivas básicas de la Cuenca del Paraná se extienden hacia el noroeste dando origen a terrenos que alcanzan su mayor nivel hacia oriente en la Cuchilla de Haedo y, por lo tanto, buzan hacia el Río Uruguay en un camino que siguen los afluentes de aquél. Allí los suelos son superficiales, particularmente aptos para el ganado que se alimenta con pastos poco desarrollados. En el norteño departamento de Artigas, las ágatas y amatistas constituyen un producto de exportación y, como en otros países, de colocación en áreas turísticas. El obstáculo de las lavas en el lecho de los ríos más importantes ha posibilitado la instalación de usinas que proporcionan el 90% de la energía eléctrica. La fracasada búsqueda de hidrocarburos ha permitido el acceso a fuentes hidrotermales a partir de las profundas areniscas de Tacuarembó (Botucatú) que hoy son aprovechadas por una actividad turística que cuenta con visitantes de los países limítrofes.
La cobertura sedimentaria cenozoica se destaca en la Cuenca de la Laguna Merín que comienza un arco que se continúa junto al Océano Atlántico, el Río de la Plata y bordea el Río Uruguay en su tramo final. Es la zona de las planicies que presenta diversas características según sean los sedimentos, las pendientes y su evolución. Hacia el este, se ubican los suelos mal drenados que facilitan una producción de arroz de altos rendimientos destinada, principalmente, al mercado brasileño. En el sureste y sur constituyen la base de uno de los más significativos recursos turísticos del país: cientos de kilómetros de playas. Finalmente, hacia el suroeste, habilitan los suelos más fértiles, generalmente destacados por su producción cerealera.
En cuanto a los recursos minerales, se debe remarcar: a) el aún insuficiente avance de los estudios; b) la inexistencia de combustibles; c) la carencia de minerales metálicos de valor exportable; d) la abundancia en materiales de construcción, incluidas las calizas metamórficas de Minas y las sedimentarias de Paysandú; e) las particularidades de la ley de minería de comienzos de los años 80´ que es el motivo de contradicciones entre aspirantes a explotar un subsuelo que pertenece al Estado y productores agropecuarios que conservan la propiedad del suelo.
Si bien el territorio uruguayo se sitúa en la porción de la zona templada próxima al trópico sus características climáticas derivan de la dependencia permanente, facilitada por la carencia de elevaciones, de las masas de aire cálidas y húmedas del anticiclón del Atlántico así como de las frescas y secas del anticiclón del Pacífico sur. Aunque, en términos generales, la estacionalidad es marcada, la extrema irregularidad permite que en ciertos momentos invernales los termómetros superen los 25° Celsius.
El pasaje de los frentes facilita la existencia de una pluviosidad que va desde los 900 mm en el suroeste hasta los 1300 mm en el vértice noroeste. En el centro del país se registran los mayores niveles en materia de heladas (30 días por año) en tanto que los menores (20) hacia el suroeste, de mayor aptitud agrícola. En el apogeo estival, Punta del Este tiene una media mensual de 22°, mientras en julio llega a la mitad de esa cifra. En el extremo norte la fluctuación se sitúa entre 26 y 13° respectivamente.

Merced al perfil físico esbozado, el territorio cuenta con una dominante aptitud pecuaria cifrada en sus pasturas naturales, mejoradas o artificiales aunque no debe dejarse de lado al más del millón de hectáreas aún no suficientemente aprovechado por la explotación agrícola.

fuentes: 
"Uruguay - Estudio Ambiental Nacional" Informe Organización de los Estados Americanos, 1992. 
"Uruguay - Territorio, espacios y participación ciudadana", Biblioteca Online Universidad de la República Uruguay.

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