Rivalidades políticas: Alemania y Grecia
Los alemanes, inicialmente, estaban en contra de rescatar a Grecia. Una de las condiciones en las que Alemania había insistido cuando renunció a su amado marco alemán era que los países no tendrían que asumir la deuda de los demás.
Alemania se encontró con la situación de un país afectado por la corrupción y el favoritismo político. En aquellos primeros días de la crisis, en 2009 y 2010, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo que "Grecia tiene que darse cuenta de que cuando se rompen las reglas durante un largo período de tiempo, uno tiene que pagar un precio muy alto".
Era también la opinión de Angela Merkel: "Hay reglas que tienen que ser respetadas", dijo entonces. La mandataria estaba en contra de rescatar a los griegos, pero los mercados de bonos dejaron en claro que la crisis iba mucho más allá de Grecia. Amenazaba a la moneda única en su totalidad.
Y los estadounidenses exigían acción. El entonces secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo a sus homólogos europeos que "si Europa cae, nos hundiremos con ella".
Ante tal presión Merkel cedió. Grecia no sólo fue rescatada, sino que se creó un fondo gigante para demostrar que los líderes europeos tenían la voluntad y los medios para respaldar a cualquier país de la eurozona con problemas de financiación.
Grecia fue rescatada pero sólo acumuló deuda sobre deuda.
El rescate llegó con condiciones muy duras. Muchos griegos se sintieron indignados y salieron a las calles en una ola de protestas. Algunas de las protestas eran antialemanas y hasta aparecieron pancartas con Angela Merkel vestida de uniforme nazi.
La prensa alemana respondió retratando a los los griegos como "perezosos, derrochadores e irresponsables". Los griegos implementaron con lentitud las reformas y la medicina no funcionó.
No se había cumplido un año cuando Grecia necesitó un segundo rescate. Otros países como Irlanda y Portugal también tuvieron que ser rescatados. Merkel se mantuvo cauta y adversa al riesgo.
Rivalidades Culturales:
Panathinaikos y Olympiacos
La rivalidad entre los dos gigantes clubes griegos surge de diferencias sociales, culturales y regionales.
El Panathinaikos, fundado en 1908, proviene del centro de Atenas y fue considerado el representante clásico de la antigua clase alta social de la capital griega.
Por su parte, el Olympiacos fue fundado en 1925 y proviene de El Pireo, el puerto de Atenas, atrayendo así a aficionados de las clases trabajadoras que lo rodean. Ambas ciudades han jugado un papel importante en la historia griega desde la antigüedad clásica, pues Atenas fue considerada como la cuna de la antigua civilización griega, aprovechando el potencial estratégico de El Pireo y la formación de una región unificada con ésta. Durante el siglo XX, Atenas experimentó una explosión demográfica y la expansión territorial vino a encerrar todos sus alrededores, incluyendo El Pireo, en un área urbana grande.
Estas diferencias de clase entre la masa social de los dos clubes ofrecen más razones para la animosidad entre sus seguidores. El éxito temprano del Olympiacos benefició al pueblo de El Pireo para expresar su desprecio por las clases más ricas, que eran las que, en gran medida, apoyaban al Panathinaikos. Por otra parte, el Olympiacos atrajo a aficionados de todas partes de Grecia que se creyeron ser víctimas de la injusticia social y política. Sin embargo, este tipo de enfrentamiento fue mucho más pronunciado en el pasado, ya que las diferencias de clase entre los aficionados no son tan pronunciadas y la ruptura social que separaba las dos partes ha cerrado en los últimos años. Hoy en día, los dos clubes cuentan con seguidores que representan a todas las clases sociales.
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